La depresión en niños y adolescentes es un problema de salud mental cada vez más común. Los síntomas pueden incluir tristeza profunda, bajo rendimiento escolar, cambios en los hábitos alimenticios, problemas para relacionarse con los demás, pérdida de interés en actividades diarias, cambios de humor frecuentes, cansancio extremo y pensamientos suicidas.
Estos síntomas pueden afectar el bienestar físico y mental de los niños y adolescentes, y también su desarrollo social. Por eso, es importante que los padres, maestros, amigos y profesionales de la salud mental estén atentos a cualquier cambio de comportamiento. Si sospechan que un niño o adolescente puede estar deprimido, ofrezcan ayuda y apoyo inmediato.
El tratamiento puede incluir terapia, medicamentos o ambos. Todos juntos podemos ayudar a los niños y adolescentes a superar la depresión y mejorar su bienestar.
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